Por Silvina Sosa – RRHH – Vivero Mercier

El 8 de marzo de 1857, en plena Revolución Industrial, se llevó a cabo una de las primeras manifestaciones públicas femeninas. Alrededor de 20 mil trabajadoras del rubro textil, levantaron la voz en las calles de Nueva York, Estados Unidos, con el lema “Pan y rosas”. Exigían igualdad de derechos con las personas de sexo masculino, reducción de su jornada laboral, mejores condiciones de trabajo en general y el cese del trabajo infantil.

En Vivero Mercier estamos comprometidos a generar un entorno de trabajo inclusivo, apoyando el equilibrio entre el aspecto laboral y la vida personal. Estamos ocupados en establecer acuerdos laborales flexibles para retener una fuerza laboral talentosa y crear ventajas competitivas en un entorno de trabajo cada día más dinámico.
Nos preocupamos en capacitar tanto a hombres como a mujeres de igual manera, para que podamos realizar los mismos trabajos.

Venimos apostando a una cultura de innovación que busca la disrupción. Y, para eso, necesitamos y nos apoyamos en la diversidad de pensamientos, de perspectivas y de experiencias.

Nuestros clientes son muy diversos y contar con un equipo que refleje esa diversidad, nos permite comprender y anticipar, en pos de brindar un servicio siempre de excelencia.

En nuestra empresa, hay dos mujeres ocupando los más altos mandos y es notable la mayoría femenina en áreas como administración. El sector de producción se divide en partes iguales entre mujeres y varones.

Creemos que trabajar por un ambiente equitativo e inclusivo es fundamental para el logro de cada uno de los objetivos que nos proponemos como organización.